“El periodismo o periodista cultural”, se ha oído hablar de manera sigilosa sobre esta rama del periodismo, para muchos el periodismo cultural no tiene gran trascendencia o la importancia con otras ramas del cubrimiento de la información como lo puede ser la política, la economía, los deportes, las secciones judiciales, etc.
Esta parte del periodismo lo ha familiarizado con lo concerniente a la farándula, o los chismes y si queda espacio, hablar de uno que otro evento cultural, pues bien esa no es la tarea, la misión del periodismo cultural, como lo menciono Iván Tubau, en su libro "Teoría y práctica del periodismo cultural", lo define así: "Periodismo cultural es la forma de conocer y difundir los productos culturales de una sociedad a través de los medios masivos de comunicación" (I. Tubau: 1982).
De una u otra forma el periodista se convierte en un formador, o maestro de la información en amplio tema de cultura de una sociedad, el periodista se convierte en el “puente cultural” de una sociedad. La esencia la educación y la pasión de la cultura en Latinoamérica no es muy fuerte, en Colombia las manifestaciones culturales hacen presencia en eventos y festivales, pero no son tan entregados a la cultura como lo puede ser en Europa, falta un trecho largo para igualarnos con los del viejo continente.
Viendo esas falencias en el interés por la cultura el periodista tiene un amplio campo de trabajo, es un terreno “virgen” por decirlo de una manera para que sea explorado y explotado, esto no se reduce a informar solamente sobre los eventos culturales que se puedan presentar en una comunidad, se puede ir mas allá, como ser pionero de promulgar eventos culturales, el periodista tiene un gran poder a sus manos el manejo de los medios, para educar e incentivar a las personas para que avive el deseo por la cultura.
Uno de los fenómenos que se ha venido presentando dentro del periodismo es que los profesionales, no se especializan en los campos de la información, es decir, si hubiera más periodistas especializados en la economía, no se presentaría el fenómeno de “desplazamiento” profesional, no convidarían a especialistas en esa materia para que adopte el papel que el corresponde al periodista y hable y tome las plumas y las columnas de los diarios para hablar de esos temas, esa es la labor del comunicador. De igual manera pasa con la cultura, si hubiera periodistas especializados en el tema de la cultura, como se dice popularmente no le correrían la butaca, ese es el puesto y el lugar que le corresponde al periodista.